Pocos juicios por delito, y malos

- 25 . septiembre . 2015 -

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La semana pasada tuvimos la desagradable experiencia de ver cómo se cumplía –una vez más- lo denunciado en uno de nuestros primeros post: el abuso de las conformidades.

Según la última Memoria de la Fiscalía Superior de Galicia, que recoge los datos de 2014, durante el año pasado se dictaron 13.797 sentencias por delito (no por falta), de las cuáles

  • 1.547 fueron absolutorias (11,21%) y
  • 12.250 condenatorias (88,79%), 8.998 de ellas por conformidad (73,45% de las condenatorias y 65,21% del total de sentencias)

La verdad es que el dato de las conformidades da miedo. Si en 2013, dos de cada tres sentencias por delito eran condenatorias por conformidad (66,86%), el año pasado este porcentaje subió hasta casi tres de cada cuatro (73,45%). Lo que está claro es que no hay absoluciones por conformidad.

Otra lectura que se puede hacer de estos datos es más escalofriante todavía: en relación con las sentencias que se dictan ¡qué pocos juicios por delito llegan a celebrarse! 4.799, en los que se dictaron las siguientes sentencias:

  • 1.547 absolutorias (32,23%)
  • 3.252 condenatorias (67,77%)

Con estos datos en la mano, podríamos referirnos al posible fracaso de la instrucción, a la condena prácticamente automática o por razones objetivas, o a cómo puede ser que los Juzgados de los Penal estén atascados si se libraron del 65% de los juicios que tenían señalados (¡casi dos de cada tres!)… Pero a lo que nos referimos hoy es a cómo se celebran esas conformidades, como la de la semana pasada.

Se trataba de un juicio por accidente laboral, en la que se acusaba a los administradores de la empresa constructora y al arquitecto que desempeñaba las funciones de jefe de obra, de los delitos de lesiones por imprudencia y falta u omisión de medidas de seguridad (el temido 316 del Código penal).

Como no podía ser de otra manera, se nos invitó a alcanzar una conformidad. La verdad es que el Ministerio Fiscal rebajaba bastante las penas inicialmente solicitadas y que la acusación particular ya había cobrado 50.000 euros, por lo que no tenía mayor interés en pasar la mañana celebrando un juicio en el que ya había sacado todo lo que podía sacar de lo que realmente le importaba.

Uno de los escollos era la pena de seis meses de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión que el Fiscal solicitaba para el arquitecto. Por su defensa se razonó justificadamente que el acusado trabajaba en otra empresa (como suele ocurrir, por desagracia, el accidente ocurrió hace años) y que una inhabilitación tan genérica le ocasionaba serios inconvenientes, además de un peligro cierto de perder el trabajo.

Y aquí vino la primera perla del Fiscal: ¡pero si seis meses no son nada! Que se lo pregunten al que va a ser suspendido de empleo y sueldo –y casi seguro despedido- de una empresa que nada tiene que ver con aquella en la que se produjo el accidente; que se lo pregunten a quien le va costar lo que no está escrito buscar otro trabajo, más aún con la que esta cayendo.

No nos habíamos recuperado, cuando se produjo otro desbarro del Fiscal en su ánimo negociador: bueno, le quito la inhabilitación pero le aumento la prisión. Si no es un aquí te pillo, aquí te mato de mercado persa barato, poco le falta.

Y llegó el turno de los administradores de la empresa. Se argumentó que difícilmente podían aceptar una condena por un delito doloso como el del artículo 316, por disponer de servicio de prevención, coordinador de seguridad, jefe de obra, encargado de obra y Dios sabe qué más. Más aún cuando los antecedentes por delitos dolosos computan a todos los efectos, no así los antecedentes por delitos imprudentes. Y ahí vino la tercera perla: eso no tienen por qué saberlo sus clientes. Ya lo sabían, claro, porque tenían un buen abogado que les había advertido de todas las consecuencias posibles.

¿De verdad alguien sigue creyendo que hay justicia en este mundo? Porque en esas manos está… Y por esas manos pasaron 13.797 juicios en Galicia durante 2014, de los que 12.250 terminaron con una sentencia condenatoria para los acusados. Espero que no todas las 8.998 conformidades se desarrollaran como la de la semana pasada.

 

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